El ortodoncista puede detectar pequeñas alteraciones en el crecimiento de los maxilares y en la posición de dientes aunque los dientes de leche estén todavía presentes.
Si el especialista detecta algún problema, puede recomendar algún tratamiento temprano. También puede encontrar la mordida y el crecimiento del niño normal.
El tratamiento temprano puede evitar problemas mayores en el desarrollo. También puede hacer el tratamiento en una edad posterior más corto y menos complicado.
El tratamiento temprano, siempre que esté indicado, le da al ortodoncista la posibilidad de: Reorientar el crecimiento de los maxilares, disminuir el riesgo de trauma en dientes frontales muy volados hacia delante, corregir hábitos orales nocivos. Mejorar la apariencia facial. Guiar los dientes permanentes hacia una posición más favorable.
Este tratamiento es realizado generalmente a niños entre los 7 y 12 años. Busca prevenir alteraciones en el crecimiento de los maxilares y maloclusiones severas. No es necesario para todos los niños.
Corrección de alteraciones mayores en la posición de los maxilares y de la mordida combinando el tratamiento de ortodoncia con cirugía de los maxilares.