El tratamiento temprano, siempre que esté indicado, le da al ortodoncista la posibilidad de:
- Reorientar el crecimiento de los maxilares, disminuir el riesgo de trauma en dientes frontales muy volados hacia delante, corregir hábitos orales nocivos.
- Mejorar la apariencia facial.
- Guiar los dientes permanentes hacia una posición más favorable.